En “Erase una vez…” no nos quedamos con una sola pedagogía. Nos gustan cosas de Pickler, de Malaguzzi, de Montessori y sobre todo de las hermanas Agazzi y su rotundo “Todo con alegría”.
Esta falta de fé ciega en un solo pensamiento nos lleva a utilizar un “collage” de metodologías:
– Nos gusta Pickler en su respeto al ritmo de evolución psicomotora del niño o la niña en sus primeros 18 meses de vida.
– Nos gusta Malaguzzi en su férrea creencia en el poder infinito (y la obligación moral que tenemos de intentar respetarlo) del pensamiento y la creatividad plástica de las niñas y niños pequeños.
– Nos gusta Montessori en su concepción una realidad cotidiana adaptada a las características físicas y motoras infantiles.
– Nos gustan las hermanas Agazzi por su predilección por los objetos cotidianos como herramientas de juego y aprendizaje.En su relación psicoafectiva con los niños y niñas, en la utilización de las actividades rutinarias como método educativo imprescindible, en la importancia del juego libre y la experimentación. Y por supuesto su actitud siempre alegre y positiva en el trato con los “peques”.